El comercio electrónico permite realizar compras a través del ordenador u otro dispositivo conectado a Internet. Las tiendas virtuales no tienen horarios comerciales, ya que funcionan las 24 horas del día y actualizan la información de los productos y servicios que venden permanentemente en tiempo real.
Aunque hay excepciones, las tiendas acostumbran a adherirse a mercados virtuales organizados por terceros. Son estos intermediarios los que crean la plataforma tecnológica de seguridad necesaria y establecen la relación con las entidades financieras.
Detrás de una tienda virtual siempre hay un banco que da validez a las órdenes de pago.
Cuando el consumidor se decide a comprar, pasea por el web, selecciona los productos o los servicios que desea adquirir y los va añadiendo a su carro de la compra.
El proceso de pedido se inicia cuando el usuario pulsa el botón de compra. Automáticamente se transfieren los artículos seleccionados y se accede a un servidor de seguridad, que recibe el número de la tarjeta de crédito del comprador y realiza la compra mediante el sistema SSL o SET.
Posteriormente se procede a la validación de la tarjeta, a la autorización de la compra y al cargo a la cuenta de los implicados.
La red financiera se encarga de los flujos de dinero y de la emisión de los recibos y las notificaciones, que también pueden llegar por Internet. La tarjeta de crédito es el método de pago más utilizado hasta ahora, aunque cada vez más se está generalizando el uso de tarjetas de débito (4B) y de monedero electrónico propiedad de las empresas que ofrecen las plataformas de comercio electrónico.
marca-titol.GIF (629 bytes) Comercio entre empresas (Business to Business)
El Intercambio Electrónico de Datos (EDI) es la aplicación generalizada del comercio electrónico entre empresas. Permite la transferencia de datos y documentos, como facturas, pedidos o información de stocks, con clientes, proveedores, entidades financieras y administración.
Internet permite reducir costes en la transferencia de la información y ofrece una gran oferta de aplicaciones y dispositivos.
Fuente: http://www.lamalla.cat/especials/comercelectronic/funciona.htm
Aunque hay excepciones, las tiendas acostumbran a adherirse a mercados virtuales organizados por terceros. Son estos intermediarios los que crean la plataforma tecnológica de seguridad necesaria y establecen la relación con las entidades financieras.
Detrás de una tienda virtual siempre hay un banco que da validez a las órdenes de pago.
Cuando el consumidor se decide a comprar, pasea por el web, selecciona los productos o los servicios que desea adquirir y los va añadiendo a su carro de la compra.
El proceso de pedido se inicia cuando el usuario pulsa el botón de compra. Automáticamente se transfieren los artículos seleccionados y se accede a un servidor de seguridad, que recibe el número de la tarjeta de crédito del comprador y realiza la compra mediante el sistema SSL o SET.
Posteriormente se procede a la validación de la tarjeta, a la autorización de la compra y al cargo a la cuenta de los implicados.
La red financiera se encarga de los flujos de dinero y de la emisión de los recibos y las notificaciones, que también pueden llegar por Internet. La tarjeta de crédito es el método de pago más utilizado hasta ahora, aunque cada vez más se está generalizando el uso de tarjetas de débito (4B) y de monedero electrónico propiedad de las empresas que ofrecen las plataformas de comercio electrónico.
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El Intercambio Electrónico de Datos (EDI) es la aplicación generalizada del comercio electrónico entre empresas. Permite la transferencia de datos y documentos, como facturas, pedidos o información de stocks, con clientes, proveedores, entidades financieras y administración.
Fuente: http://www.lamalla.cat/especials/comercelectronic/funciona.htm
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